Como preparar los huevos pasados por agua para cenar. Los peques se chuparán los dedos

Después de mucho discutir con mis hijos por decidir que quieren para cenar, ya he encontrado la solución para un par de días a la semana.

Porque no se  en vuestra casa, pero en la mía, cada vez que hacemos la pregunta:

“¿Qué queréis para cenar?”,

 la respuesta siempre es lo mismo:

 “Salchichas”.

Antes mis hijos comían casi de todo, la comida y la cena era muy sencilla de preparar. Daba igual si les ponías puré, legumbre, carne o pescado…Lo comían todo.

Ahora no. Ahora es todo lo contrario. Cada vez que llega la hora de la comida o la cena, cuando les sirvo el plato, lo único que oigo, es:

 “Esto no me gusta”

Y la verdad es que llega un momento en el que te desesperas y no sabes que poner.

Pero he dado con una comida que puedo poner un par de días a la semana para cenar y que les encanta a los dos (Y no es la pizza, aunque también les gusta, de hecho, es la cena del fin de semana).

Es un producto tradicional, fácil de hacer, rápido y económico.

¿No lo adivináis? Son los huevos pasados por agua.

Los huevos duros le gustan a mi hija, y los huevos fritos a mi hijo. Con lo que no llegábamos a un acuerdo. Pero los huevos pasados por agua, les encantan a los dos.

(A mi marido no. No íbamos a acertar con todos…)

¿Sabéis como se preparan?

Es muy sencillo:

1. Coges un cazo, echas agua y lo pones a hervir.
2.  Añades sal, porque hace que después se pele mejor la cáscara del huevo.
3. Cuando esté hirviendo se echa el huevo con una cuchara y con cuidado de que no golpee, porque sino podría partirse.
4. Lo mantenemos en el agua hirviendo 3 minutos. Ni uno más ni uno menos.
   • Si lo dejas 2 minutos la clara no se cuaja y se queda liquida.
   • Si lo dejas 4 minutos el huevo se te quedará casi duro.

5. Quitas el agua del cazo y echas agua fría, para que cuando los vayas a coger no te escaldes las manos.
6.  Pelas el casco por la parte de arriba y lo colocas en el vaso especial, para huevos pasados por agua, y listo para comer.

• El inconveniente: una cosa más para guardar en la cocina. 
• La ventaja: es muy cómodo y limpio. 

En vuestras manos elegir el que más os guste.

Solo necesitarás una cucharilla de postre pequeñita, para que quepa en el huevo, una pizca de sal, y unas rebanadas de pan para untar.

Así ya estará listo para comer. Se chuparán los dedos.

¿Tenéis otra receta rápida y sencilla para la cena de los peques?

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